Pompeya es una ciudad en la que ocurrió una gran tragedia hace ya varios siglos . Se le considero un lugar arqueológico ubicado en la región de Campania, en el sur de Italia. Fue una ciudad romana desarrollada y sofisticada, de la cual se han rescatado parte de su historia y sus costumbres a través de sus frescos y lo que se encontraba en buenas condiciones por la preservación de la misma lava del volcán Vesubio. Esta quedó enterrada bajo metros de cenizas y piedra pómez, después de una catastrófica erupción del monte Vesubio en el año 79 d.C. Se ubica cerca de la costa de la bahía de Nápoles, un lugar bien preservado que cuenta con ruinas excavadas que ayuda a que los visitantes pueden explorar libremente.
Pompeya fue descubierta por primera vez, gracias al el arquitecto Dominic Fontana. Sucedió accidentalmente durante unas construcciones que se llevaban a cabo por el área entre los años 1594-1600. Aparentemente, no se impresionó con sus descubrimientos y nadie realizó exploraciones de seguimiento durante casi un siglo y medio.
El rey Charles VII de España ordeno una excavación oficial en octubre del 1738 bajo el mando del ingeniero militar Rocque Joaquín de Alcubierre y Pompeya fue redescubierta en el 1748. Muchas de las obras rescatadas terminaron decorando el palacio del rey, en esta época la arqueología era más su interés en recolectar tesoros que el documentar sobre estos.
Esta ciudad es conocida por los hechos históricos ocurridos en ella, los cuales la cambiaron drásticamente, debido a la gran explosión del volcán Vesubio. El volcán Vesubio se consideraba extinto desde antes del comienzo del suceso histórico, tal vez por esto los residentes cercanos no tenían temor a que sucediera esta tragedia. Sus pendientes estaban cubiertas de frondosos bosques, viñedos, olivares, tierras de labranza y pastos. Gracias a la fertilidad del suelo volcánico, su agricultura era rica, y en consecuencia al igual que lo fue su economía.
Pompeya antes de pertenecer a Roma, había sido griega y samnita. El día a día era una algarabía de gente volcada en el comercio, sobre todo en las jornadas de mercado, que se celebraba los sábados. Pese a que la pompeyana era una sociedad en la que dominaban las desigualdades, fue un ejemplo emblemático de convivencia pacífica.
El 5 de febrero de 62 después de C. bajo el reinado de Nerón, un suceso aconteció y toda la región fue estremecida por un fuerte terremoto, lo que sería visto por los historiadores como una advertencia a la desgracia que estaba por ocurrir. Fijan la población de Pompeya en los días previos al desastre en unos 20.000 habitantes. Se creía que la explosión ocurrió el 24 de agosto de 79 ., pero se ha encontrado una inscripción en carboncillo que relata que ocurrió en octubre.
Gracias a Plinio el viejo , se tiene una clara descripción de lo ocurrido ese día . Fue un día como cualquier otro, hasta que sucedió el terremoto que despertó el volcán Vesubio. Comenzó a salir humo del volcán en grandes cantidades y la ceniza comenzó a cubrir la tierra. Después empezaron a caer bolas de fuego , al mismo tiempo que empezó una tormenta eléctrica. Lo último que quedaba de pie fue cubierto por una nube de gases volcánicas calientes , las cuales terminó con Pompeya y sus habitantes.
A lo largo de la Edad Media, Pompeya estaba completamente desierta, pero los lugareños se referían a la zona como La Cività. Cuando se dio comienzo a las primeras excavaciones en el siglo XVIII, se descubrieron esqueletos de víctimas atrapadas y sepultadas en Pompeya, lo cual provocó curiosidad y fascinación entre el público. Sin embargo, este interés no estuvo en lo inmediato relacionado con un enfoque científico.
Frescos eróticos descubiertos en las casas de Pompeya
Entre los hallazgos importantes encontrados en Pompeya, se encuentran los frescos. Estos son pinturas realizadas sobre una superficie cubierta con dos capas de mortero de cal. La primera capa conocida como arricio, es de mayor espesor, con cal apagada, arena de río y agua; la segunda llamada intonaco es más fina y está formada de polvo de mármol, cal apagada y agua, sobre la que se van aplicando los pigmentos cuando está húmeda, y por jornadas. De ahí su nombre.
Los frescos, constituyeron un arte muy costoso y solo los pudientes podían pagarles a los artistas para tenerlos en las paredes de sus casas. En especial los ricos que vivían en grandes casas, que por supuesto eran personas adinerados los que podían pagar murales y pinturas de gran tamaño. Estos eran quienes solicitaban los frescos más extravagantes. Los menos adinerados pedían trabajos más sencillos como por ejemplo retratos o figuras de divinidades para proteger el hogar o establecimiento.
Los artistas se dividían en dos grupos: los imaginarii, que eran los que pintaban figuras y cuadros, y los parietarri que hacían los elementos decorativos. Estos, trabajaban in loco (en los hogares de los empleadores) y el taller era dirigido por maestros, quienes lidiaban con los clientes y hacían la parte más importantes de los frescos.
Pocos pintores de frescos son conocidos, entre estos se encuentra Fabullus o Famullus, quien se dice que solo trabajaba pocas horas al día. La única firma encontrada en Pompeya es de Lucius quien pinto una escena de Ovid en la casa de Octavio Quartio.
Se colocaban siete capas de tres centímetros de grosor, con diferentes materiales, y era aplicado a las paredes para crear una especie de base. La primera capa consistía de mortero con pedazos de terracota, tres capas eran de limo y arena, y las últimas tres de yeso compuesto de polvo de mármol y a veces de terracota.
Antes de colocar esta base se cubría la pared con losetas u hojas de plomo para evitar que la humedad arruinara los frescos. Cuando la última capa de yeso estaba húmeda, se hacía el delineado del dibujo, con alambres plomo, cables, palos pequeños y compases. Comenzaban a trabajar de arriba hacia abajo, de acuerdo a la subdivisión geométrica del dibujo.
Como acabado el fresco, este se pulía con polvo de mármol y para obtener brillo se le aplicaba barniz de cera. Los colores utilizados en los frescos eran derivados de varios minerales, que se pulverizaban y luego se mezclaban con agua, aceite vegetal y animal para crear una pasta.
Los colores más utilizados eran: el rojo oscuro, negro, blanco y amarillo. También usaban el azul y el verde. Por ejemplo, el negro se obtenía de la quema de resina de madera o heces de vino, el azul cielo era suplido por un taller en Pozzuoli y venía importado del Próximo Oriente. El rojo pompeyano era derivado de un tipo mercurio encontrado cerca de Ephesus en Asia Menor, el blanco provenía del carbonato cálcico o calcita, para el amarillo se usaba una mezcla de goethita y calcita y el verde era una composición de caledonita y clorita.
Al ser derivados de los modelos helenísticos los motivos seleccionados para los frescos eran extraídos de la literatura y patrimonio mitológico de esta. Pintaban con carácter decorativo el paisaje, la caricatura, el retrato, los cuadros de costumbres, las imitaciones arquitectónicas y las combinaciones fantásticas de objetos naturales. También trabajaron temas eróticos.
A través del tiempo se desarrollaron cuatro estilos en la pintura. El primer estilo es el llamado de incrustación y ocurrió desde la segunda mitad del siglo II a los inicios del siglo I a.C. Con él se pretendieron simular las placas de mármol que revestían las paredes de los edificios y las mansiones, a imitación de lo que se hacía en las grandes ciudades helenísticas. La pared se divide normalmente en tres bandas horizontales. La inferior juega el papel de zócalo (base para pedestal o columna), la zona media se descompone a su vez en diversas capas de mármol y la superior consta de un friso corrido, generalmente blanco que completa la representación.
El segundo es el de perspectiva arquitectónica, desde el 82 a.C. a finales del siglo I a.C. Es una pintura ilusionista que da efecto de arquitectura imaginaria creada con profundas perspectivas y podía ser vista desde abajo y diagonalmente. Eran realizados con colores vibrantes como el rojo, violeta, verde y amarillo. Adornados con frutas, jarrones con flores, estatuas, máscara teatrales, aves y humanos Se pintaban tanto paisajes rurales como urbanos. El tercer estilo se conoce como egiptizante u ornamental. Incorpora características de los dos anteriores y se diferencia porque cobra importancia la figura humana y los temas fantásticos. Añade elementos arquitectónicos muy finos e imposibles, además de motivos más pequeños y ornamentales, como los amorcillos. El cuarto estilo es llamado ilusionista. Se empleó desde mediados del siglo I hasta el 79 d.C. Convirtió las paredes en escenarios irreales en los que una arquitectura fantástica y barroca tenía como único propósito hacer olvidar la presencia física del muro.
Se han descubierto un sin número de arquitectura pompeyana, que han ayudado a la recopilación de datos sobre la vida en Pompeya. Por ejemplo, la Casa de los Vetti que fue adquirida por los hermanos Vettius a mediados del 1er siglo B.C. Esta casa demuestra el gusto opulento de los mercaderes de clase alta. Los frescos encontrados allí pertenecen al cuarto estilo pompeyano Cuando fue descubierta en el 1894 se le construyo un techo para proteger los colores de los frescos de los rayos directos del sol.
Una escena erótica de Leda y el Cisne ( de la mitología, cuando Zeus se enamora de Leda y para seducirla se convierte en Cisne.)
Otra estructura importante es La Casa de los Cupidos Dorados. Se nombro de esa forma por los discos dorados que se encontraron engravados en el cuarto de los dueños. Se cree que los dueños de este hogar eran miembros de la familia Poppaeii y eran propietarios de la Casa de Manander. Estos decoraron su hogar con frescos y mosaicos que reflejaban el gusto serio y elegante de la nobleza de la Antigua Roma.
La casa más reconocida de Pompeya es La Villa de los Misterios. Fue construida en la primera mitad del II siglo, pero siguió siendo remodelada a través de los años hasta la explosión de Vesubio. Se piensa, que los dueños eran de la familia Istacidii, quienes poseían una tierra dedicada al cultivo del vino. Sus frescos son pertenecientes al segundo y tercer estilo pompeyano. El cuarto de los misterios es el más prestigioso de la villa y es por este que se le da el nombre al hogar.
Gran parte de sus frescos son dedicados al dios Dionisio. Estos muestran una representación de una sátira, simulada con actores desenmascarados que narran episodios de la leyenda dionisiaca. También existe Villa de Publius Fannius Synistor, es una quinta que se encuentra en Boscoreale. Se hallaron maravillosos ejemplos de frescos en el segundo estilo pompeyano. Estos murales tienen una profundidad espacial que se obtiene por la yuxtaposición de colores y contornos acentuados. Hay un cuarto que presenta posiblemente una complicada alegoría de la historia de Alexander el Grande y su padre Philip II.
Pompeya, siempre tan bella y misteriosa. Una ciudad llena de una historia fascinante y trágica, que gracias a los esfuerzos de muchos arqueólogos e investigadores que han trabajado para descubrir sus restos en los últimos tres siglos, nos han dado hoy la oportunidad de caminar nuevamente por las calles de esta fascinante ciudad y disfrutar de los esplendidos frescos encontrados por toda esta.
Bibliografías:
v Libros:
• Pompeii and it’s Museums
• Eros in Pompeii
v Páginas Webs:
• https://colorenlaoscuridad.wordpress.com
• https://euclides59.wordpress.com
• https://www.khanacademy.org
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