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viernes, 8 de mayo de 2020

Las que viven vidas ajenas.


 Las que viven vidas ajenas…

Como saltan las palabras
en un triste aguacero de mayo
o en el anden de un tren yendo para Bayamón
cualquier día, y en cualquier instancia
en que las mujeres pendencieras,
esas, las que viven sin vivir las vidas ajenas
¡pobrecitas todas ellas!

Las que se dan golpes de pecho
como si fueran santas
y no son más que arpías
sin vidas propias…

Desde su ventana y sin mirarse al espejo
me juzgan, sin saber tu nombre…
aunque se lo inventan…
y se preguntan quién será el susodicho…

Entonces se expresan sobre mí
sin saber, si es que me quedó la vergüenza
que si no tengo un poco de dignidad o quien
sabe que más
Se preguntan…
si fue que se me quedó por descuido
en los bolsillos de cualquier vestido
que llevaba puesto…

Y para ello tengo respuestas…
me quedo sin palabras y me digo a mí misma
es que ellas, las arpías quieren ser como yo…
¡Pero no pueden con el empuje!

Doris Melo.
Derechos reservados.









La noche es una mala palabra


La noche es una mala palabra

Escribo porque duele menos
que esta lágrima triste y moribunda
la que hiriente recae una y otra vez
sobre mis labios sedientos,
¿Oh es tu ausencia en el verso
lo que me sostiene?

Hoy, la noche es una mala palabra
y tus labios y tu lengua se han disuelto
en el extraño casi amargo sabor de este Marbec
este vino tinto, discreto, concupiscente
bañado por un sudor extraño desavenido,
¡Llámale como quieras en tu silencio!

En un trotar de lluvias ebrias.

En un trotar de lluvias ebrias…

Ahora que lo orgánico se yergue
¿Quién dijo que el sueño es una tregua?
En ese trotar de lluvias ebrias, trasnochadas
tejiendo mundos con palabras…
en un léxico elegante
y en recorrer parajes
que llevan el espíritu a la propia inercia.

Alborotando sueños remotos
que se perfilan en un vacío
mundos transeúntes,
acuosos parten hacia su nada
densos destinos erizados por la inquina
la fantasía que yace agotada,
cómplice del desenfreno
cuando solo el instinto nos muerde los talones…
Doris Melo.
2019
En el libro; En los labios de la lluvia







jueves, 7 de mayo de 2020

La poética de Marina Alzola

La poética de Marina Arzola: poética del desencuentro…

Marina Arzola es una de las poetas de Guajana, nació en Guayanilla el 12 de julio de 1939, Ingresó a la Universidad de Puerto Rico , Recinto de Río Piedras,  donde obtuvo un bachillerato en Artes en el año 1961. Es una reconocida poeta puertorriqueña, asociada a los poetas de Guajana, grupo literario  que ganó prestigio en la década de los 60s. Fue reconocida entre los poetas de su tiempo por cultivar una lírica revolucionaria y de compromiso social. Formó parte del grupo Guajana, movimiento de poetas puertorriqueños que para la década del 60 estuvieron interesados en desarrollar una lírica comprometida con las realidades políticas y sociales de Puerto Rico y el mundo.
Estos poetas fundaron en 1962  la Revista Guajana. A través de la cual, proponían una poesía revolucionaria, de critica política y social. No les interesaba la poesía “pura” dedicada a la estética, ni el poeta solitario que logra separarse de las dificultades cotidianas. En su lugar buscaban una poesía activa, humana y útil, más accesible y al servicio del pueblo.
El lenguaje de la poesía guajanista, se inclina hacia el uso de formas claras, directas y sencillas, de las expresiones populares y de vocablos de herencia africana e indígena. Los temas guajanistas reflejan las preocupaciones e intereses de la mente revolucionaria de esa década: la lucha anticolonial, la lucha de clases, el capitalismo, el comunismo, la guerra de Vietnam, la crítica a la sociedad burguesa, la condición de los afrodescendientes y de las mujeres, el amor y lo erótico y el universalismo, entre otros. Según algunos críticos, la relación de Marina Arzola con Guajana responde más bien, a sus inquietudes formales de vanguardia que, a sus inclinaciones ideológicas, aunque  sí compartía el sentimiento revolucionario de la revista.
Arzola publicó su primer cuaderno El niño de cristal y Los olvidados en el año 1966. Su segundo libro impreso Palabras vivas 1968, revela como la poeta vivía el idioma castellano: como una herramienta o instrumentos cuyos usos y sonidos se encuentran en constante reinvención. Cuatro temas  de interés resaltan en su obra: Dios, la patria , el amor y el cuerpo. Algunos críticos describen la poesía de Arzola como extraña y la lectura de su trabajo, como una experiencia placentera, incluso cuando puede resultar difícil de comprender.  
Arzola además muestra preferencia por los juegos lingüísticos .Sus poemas hacen el uso continuo de la musicalidad ( las aliteraciones, las paranomasias, las ecolalias). También, están colmadas de neologismos , que produce por derivación, por composición( juntando dos palabras con significados definidos) y por parasíntesis (palabras que incluyen tanto derivación como composición.
La poeta se vale de las palabras como armas para abrir paso a significados insospechados  al adentrarse a terrenos;  como el ensueño, la fantasía y la angustia religiosa. Sus técnicas derivan de las vanguardias hispanoamericanas de principio del siglo XX . Es decir , del Neo romanticismo ( con Pablo Neruda y Cesar Vallejo como modelos ), el creacionismo (Vicente Huidobro), el surrealismo y el existencialismo religioso ( Blas de Otero). Se entiende que parte de su obra se ha perdido y es lamentable , aunque otra parte de su obra continua inédita. Entre los libros de poemas inéditos se encuentran: Tierra del eterno sueño. Plano altivo, Los almiares del tiempo, El padre de los cargos, Monólogo del sur al amado. Poemas de las circunstancias, Los niños y las abluciones , La sangre primitiva. Hablando en Castellano y Terriblemente ángel. Además de su participación en la Revista Guajana, colaboró con regularidad en varias revistas literarias, tales como: Alma Latina , Prometeo, Bayoan, Surcos y Versiones, llegando a fungir como subdirectora de esta última.
 Arzola falleció el 4 de diciembre de 1976, a los 37 años, debido a complicaciones de asma. El grupo Guajana, en el número dedicado póstumamente a su compañera, edición de noviembre del 1978, afirma que los poemas de Marina no se entienden, se perciben. Sobre su obra: Arzola le dedicó su poemario El niño de cristal y Los olvidados a su hermano Roberto, que también padeció esquizofrenia. El poemario es de corte doloroso y el viaje de la palabra discurre entre la impotencia y el vacío , sin perder en momento alguno su corte sutil.
Sería necesario establecer los parámetros que utilizaremos para penetrar al universo poético de Arzola . Su poesía nace de la mirada personal de un amante de la poesía:


 Soy terriblemente dependiente del cuarzo de tu carne
estoy terriblemente descendiendo d ti en ti.
De tu carne dormida
Detenida.
¡Cómo recuerdo aquel niño de ojos grandes
Y roncos como cuevas
¡Mirando los tranvías de telarañas mustias!...
Las luces rojas, formes,
Sacudiendo con su brazo
Espantando las aceras de chozas
Y escupiéndote las manos de arañas
Y cabezas afluídas sin saber cómo,
De dónde ni cómo han venido…



Cómo iba tragándose las caracolas,
Los caminos, mares de espacio
Y de infinito andante sin pisada huella…

Su cenizo…Aquel pobre dolor
de aterrado  gastado a niquelasos
entre perros muertos, gris…
extático disuelta.

Por frenéticas de niño angustia.
Y él está ahora dormido
En las viejas paredes de eslabones dorados,
Largos, largos, viejos y feos,
Entre aceras de cuarzo
Derramado del mismo casi yo
Como yo de tu carne vacía.

Disuelto y encubierto en bronces
Y quebradas caladas de arzones
Y sillas montera en casidas.
Por sillas de montar desparramándose ingles
¡Y axilas llenas de pus blanca e ignota!

¡Ganso gris desplumado e ignorado
De entrecortado aliento por afanes de infinito
¡Abriéndose las venas!
¡Ganglio! Ganso de pus vacía y hueca

Por casetas bongós; tambores.

Dominado en el cuarto de 4 omoplatos.
Abriéndose cuadros y objetos
Tuberculosos en las uñas.
Comiéndose los dedos de tragos secos,
Inyectando vacunas.
¡Oh! Ese mirándose objetos inteligibles
Ahora fuera de sí… fuera del mundo informe
De su inteligencia…
Ya más cosas ¡ Calcinado de cales de habitaciones tétricas…
Los motivos sin forma por lobregueces,
Explícitos como su figura doblada
De figurín implícitos como su mismo estar
De la certeza tuya,
Aconcavada de lápices
Y crayones deformes y espantosos.

Para poder entender este poema , nos referimos a Humberto Eco, con el propósito de establecer, que al igual que todo poema tiene su estructura, además se desarrolla en un lugar que bien podría ser físico o imaginario y este, en particular , se manifiesta entre el recuerdo de la poeta y la realidad abrumadora que acompaña las malas noticias. Esta secuencia de versos es una clara muestra de lo que algunos críticos han descrito en su poesía como expresionismo -lírico, porque el caos con el que nos hemos encontrado le antecede un orden que fue trabajado y calibrado coherentemente , desde el primer verso, la poeta establece el aire del poema. Luego movió la carga emotiva al recuerdo y, más tarde enlazó el producto de estos dos elementos con el estado de salud de El niño de cristal y consecuentemente inserta el resultado del ejercicio en un lugar claroscuro_ dentro del espacio – tiempo.            
Resulta  estremecedor  que mientras todo esto sucede también  establece la tensión y el tempo del poema. Si miramos con detenimiento los versos, nos percatamos de que, a veces, el expresionismo -lírico también  puede ser lúdico. Debido  a que dentro de la imagen subyace un juego de palabras, que nos muestra la influencia de grandes poetas como ; Cesar Vallejo  que está inmerso en la poesía de Arzola . La influencia de este poeta en la poesía de Arzola la trabajó Luis Hernández Aquino en la revista Guajana en el número que se le dedicó póstumamente a la poeta: Guajana noviembre 1978.

De ninguna manera se puede negar el caos y lo absurdo, puesto que son elementos  que discurren en la poesía de Arzola, lo que queremos establecer  es, que dentro del caos y lo absurdo hay un orden y que aunque, en situaciones  no sea posible  analizar la poesía de Arzola, sí podremos identificar unas señales que la poeta intercala a propósito y que también en su poesía existe un método y una técnica que, en ocasiones cuesta entenderla , se puede identificar y que su poesía está influenciada por un caudal muy amplio de lecturas.



La insurrección de las voces en la escritura poética de Norberto James Rawlings.


La insurrección de las voces en la escritura poética
de Norberto James Rawlings

Norberto James Rawlings (1945), nació en República Dominicana, en el Ingenio consuelo Procedía de una familia obrera con raíces en Jamaica, Trinidad. St Kitts y del sur de los Estados Unidos. Las lenguas que aprendió en su hogar y la de sus juegos fueron en inglés y el patúa. Por otro lado, cabe señalar que Norber- to James es, en forma directa, descendiente de los cocolos, una colonia inglesa que se radicó en los ingenios de San Pedro de Macorís y la Romana. No es hasta los diez años de edad, el momento en que su familia se traslada del batey a Macorís del Mar, y es cuando el poeta llega a dominar el español. Al abandonar la provincia de San Pedro de Macorís en 1963 para proseguir estudios de pintura y música en Santo Domingo, Norberto James se llevó consigo el paisaje de miseria y marginalidad que les resulta- ban parte de él mismo. Pudo comprobar al emigrar que el cuadro no era menos áspero en la ciudad capital, donde gran parte de la población sobrevivía en la más absoluta miseria.
James fue testigo del optimismo generalizado que produjo el gobierno de Juan Bosch y de la profunda desazón ciudadana, al ver como la esperanza se perdía víctima de la avaricia de los grupos de poder. Por eso, James sabía que el único estandarte a defender era el de los pobres, los oprimidos o marginados, cuando ese pueblo histó- ricamente pisoteado se levantó en armas para reclamar el regreso al único Estado de derecho que les había reconocido una plena  existencia política.
Más tarde, como militante del Movi- miento Popular Dominicano (MPD) James padeció en carne propia la persecución política y, como muchos otros jóvenes que profesaban ideologías revolucionarias, en- tendía que la única forma de salvar la vida en aquel momento era tomando el camino del exilio.
Es en el año 1972, gracias al Partido Comunista Dominicano (PCD), Norberto James logra salir del país, junto con Andrés L. Mateo; ambos se establecerían en La Habana, en donde estudiarían becados por el gobierno cubano. Terminados sus estudios de filología en la Universidad de La Habana, en 1979, James emprende regreso a Santo Domingo, para darse cuenta que el gobier- no le había decretado un impedimento de entrada contra su persona, el cual sería de- rogado el año siguiente cuando al fin pudo retornar a su país, República Dominicana.
Desde su llegada a Santo Domingo, el panorama que encontró tras su larga ausen- cia reafirmó las inquietudes de renovación social, que lo habían ocupado desde su llegada a la capital, en el año 1963, y que más adelante le daría forma a su primer libro titulado: Sobre la marcha (1969).
A principio de los ochenta, James pudo comprobar lo profundo que se había afianzado en el ethos nacional los mores del imperialismo capitalista. Cuan predecible seguía siendo el accionar de los políticos y las élites, las cuales parecían estar más preocupadas por mantener la vigencia de su dominio, que por impulsar agendas que garantizaran el desarrollo de bienes sociales. James se dio cuenta de la triste realidad y de lo poco que quedaba de los afanes utópicos de luchar por una sociedad más igualitaria. Manifestaba su desencanto frente a una izquierda separada y con sus antiguos di- rigentes ocupando cargos administrativos en el gobierno y la empresa privada, sin ninguna vergüenza.
Una vez James asume su identidad de inmigrante, escribe un poema que ha sido el más reproducido, de un poeta dominicano posterior a la muerte de Trujillo. El poema se titula “Los inmigrantes”, escrito en ho- menaje a los jornaleros que abandonaron sus islas miserables para venir a la isla domi- nicana a aventurar en la laboriosa industria del azúcar. Inicialmente, la industria de la azúcar estuvo en manos norteamericanas y posteriormente en manos de Trujillo, para luego terminar desmanteladas en manos del Estado. Cabe decir que la fuerza elegíaca de “Los inmigrantes” coloca a Norberto James como uno de los principales exponentes de lo que por esa época se les reconoce como la Joven Poesía.1
Unos años después, James emigra a los Estados Unidos donde trabaja como docente, donde, actualmente, se encuentra asentado en tierras norteamericanas y ha seguido hilvanando versos y cumpliendo su tarea como poeta.
La fuerza utópica no disminuirá, desde que el desasociego de la vida en la isla le obli- gara a un nuevo comienzo, en el año1982, en que fue becado por Boston University para cursar estudios doctorales en literatu- ra. Donde al final de su carrera será que se
establecerá definitivamente en los Estados Unidos y allí impartirá la docencia.2 De manera, que deberíamos reconocer, y sobre todo valorar, al gran poeta de la diáspora dominicana quien hoy vive el otoño de su vida junto a su esposa Beff y su hijo Tito en Estados Unidos.
Norberto no solo es poeta, es ante todo un gran humanista y se le ha reconocido como un caballero de capa y espada. James ha sido visto con un respeto reverencial, por sus colegas y escritores de todos los países y quizás, aunque suene increíble, en la República Dominicana no mucha gente en los medios literarios haya oído hablar de su trabajo en literatura y su gran aportación a la poesía.
La poesía de Norberto James es intimis- ta, de profunda musicalidad y variedad de imágenes. Es una expresión personal de un mundo propio y a la vez ajeno, donde inter- viene la isla, sueños y la realidad cotidiana de una sociedad diferente, en la que vive des- pués de muchos años, en esa soledad sólida y aplastante de la sociedad norteamericana.
Por otra parte, cabe decir que el destaca- do escritor y poeta Andrés L. Mateo, quien acompañara en el exilio al poeta James, ex- presa su visión sobre Norberto James. Mateo refiere que la poesía de James tiene el ritmo de los bateyes, y hace esta ponderación de su amigo y compañero de noches recordadas con tristeza:
Su poesía es lenta, morosa, se parece al transcurrir de la vida en los bate- yes. Porque Norberto no encuentra otro lugar en la literatura para re- producir su vida que no sea lírica. La lírica no tiene relación espacio temporal, no tiene sujeto. Quien lee un poema echa a andar una historia que ocurre en el acto de la lectura. Cuando no son los cocolos telón de fondo de su infancia y referen- tes épicos de sus angustias, son los exilios y los autoexilios. También

DORIS MELO
La insurrección de las voces en la escritura poética de Norberto James Rawlings
el desarraigo, y la nostalgia, que en sus textos yace tendida a sus pies como un perro flaco. Norberto no puede ser otra cosa que poeta, y por suerte lo es.3
Néstor E. Rodríguez, en su ensayo sobre Norberto James, explica algunos poemas claves que insertan al poeta en esa nueva poesía, la que se teje en los años de los 70s.
En el poema I, él hablante le inquiere a su hijo que observe como el mar rasguña la orilla de la playa. Le hace notar distan- ciándose del poema. Expresa que el mar se va introduciendo como destelladas húmedas para imponer su reino salobre:
I
Observa hijo cómo rasguña
el mar las orillas de la playa
cómo a dentelladas húmedas
impone su reino salobre.
Según Rodríguez, el poeta James
Rawlings, a manera de enseñar una lección a su hijo, Tito Wellington, condensa en poderosas imágenes toda una pedagogía de cómo vive un exiliado. La voz del hablante lírico confundida, forsejea con ese mar inconmovible, que arropa con su luminosidad la memoria de los días pasados.4 Pero el mar, según expresa el poeta al final del poema, es más que todo ganancia ya que nos señala que cuando canta el mar se embriaga el sol de la brisa, y entre las blancas cortinas de agua se cuela su música amarga. Ese mar del Caribe es para James testigo de heroicas historias personales y de terribles batallas por la supervivencias, en un espacio donde la sumisión, y el avasallamiento, muestra sus más indignantes y ruines matices. Ese mar cuenta, de esta manera, su historia que nos esconde su realidad calamitosa que padecen los descendientes de esas islas:
Cuando canta el mar
se embriga de sol la brisa
se cuela su música amarga entre blancas cortinas de agua
y construye la distancia
con invisibles partículas
de transparencia diurna.
Néstor Rodríguez, refiriendose a Nor-
berto James, expresa que el Caribe arrastró consigo los antepasados arcaicos del poeta, los James de Ocho Ríos, hasta el polvo del Ingenio Consuelo y sus miserias. Por su parte, añade que Norberto James le dedicó a la recia estirpe de los cocolos su más grande creación, “Los inmigrantes”. Los versos que inician este himno, de uno de los más notables componentes de la cultura dominicana, compendian la materia que refulge a lo largo de su obra. “Aún no se ha escrito la historia de su congoja./Su viejo dolor unido al nuestro”.5 Destaca Rodríguez, ciertamente, la pulsión agónica que compedia estos versos celebratorios del acervo proveniente de los inmigrantes de las Antillas de habla Inglesa y que marca no solo los textos de Sobre la marcha (1969), su primer poemario, sino toda su producción hasta el momento. Afirma que este rasgo de la poética literaria de Norberto James se une a la fineza de su artesanía para con- vertir a su obra, junto a la de don Pedro Mir, en el estadio más alto de la poesía social dominicana.6
La obra de Norberto James Rawlings se conoce poco en República Dominicana. No obstante, quienes han tenido acceso a su escritura conocen la calidad, profundidad y compromiso de él con su patria. El poeta se inserta en la generación de escritores post dictadura de Trujillo. Aunque también se le ha reconocido como el poeta de todas las épocas en que ha vivido y como resultado de la guerra civil de abril de 1965 en Repú- blica Dominicana.
De los poemas de James, en su antología titulada Señas de identidad y otros poemas del 2008, haré un breve recorrido y dejaré mi visión sobre sus versos, aquellos que me han tocado profundamente; sobre todo, la tristeza y el desarraigo que expresa el autor
151
en cada poema. Trataré de mirar a su poesía desde una perspectiva crítica que quizás otros no la hayan visto. Analizaremos, entre otros temas, la resistencia a olvidar esos sueños de su juventud, en los que dialoga, y se enfrentá a la desalentadora y constante época que representa en sus versos.
“No olvido nada”
En el poema “No olvido nada”, la voz lírica nos habla de la isla de Santo Domingo, expresa su sentir a través de una conversación con esa otredad, que es la patria, y de la cual no olvida ese terruño tropical. La voz se hace sensible y se acerca a la isla como a una persona, una mujer. Como otros poetas, James también viste la patria como a una mujer. Anhelante, expresa que no se ha olvidado de nada, que todavía en su memoria recuerda las huellas de su boca: “No olvido el rastro de tus manos las huellas de tu boca [...]”.
Luego, en “El níveo paisaje de sus senos obstinados desafiantes”, se refiere al paisaje de la campina, a las montañas. Hermoso paisaje cargado de imágenes sugerentes. Los senos son como las montañas, desafiando al que las mira desde abajo.
Y termina el poema expresando su recuerdo, que continúa adherido a la memoria: “Tu recuerdo sigue adherido a la memoria, como la sombra al cuerpo, como el vaivén a la ola [...]”.
¿Y esa yedra indomable que permuta su verdor por la sangre reseca de los ladrillos? Para asociarlo con el recuerdo que se adhiere a la memoria como la sombra al cuerpo, como vaivén a la ola...
“Señal de identidad”
Es un poema que alude al estado de desamparo que siente el poeta al tener que salir de Santo Domingo, que encuentra en el exilio sin poder lograr su cometido. Lucha por la igualdad y los derechos civiles, y solo abraza esa desilusión de los desvelados ante
el fracaso, que es lo único que tiene en un país que no es el suyo. Por eso el poeta dirá: Me niego a negar este rostro que
como bandera que enarbolo
esta voz que proyecto en el vacío ]
/de mis muertos, estos gestos que encarno inmerso en
estas raíces por las que me nutro /y soy.
Me niego a negarme desasociándome de esta mortal que exhibe sus
/flaquezas.
Pero, también, el hablante se niega a
olvidarse de sus principios, a destruir los instrumentos que le definen su cultura, a impugnar a sus dioses:
Me niego a volver la mirada, a destruir mis tambores, impugnar a mis dioses, ignorar mis colores
si a mi memoria erigieran /monumento alguno,
que sea dolmen al amor que profesé no obelisco a la desidia o al desamor.
“El Extranjero”
En el poema “El Extranjero”, el hablante manifiesta un profundo desencanto, un cansancio. Ya no existe la esperanza de encontrar esa puerta, es todo tristeza y melancolía:
Ya no navega sonámbula por los /mares,
buscándote amor
no escudriña las rayas de sus manos, por quien sabe cuál secreto
para encontrarte.
¿Qué tedios recubren las rendijas de tu casa?”
En este poema James cuestiona el tiempo que permuta, pero también es sensible ante la expresión de su sentimiento y a la frustración, al estar lejos de su isla. Escribe desde el exilio, y la impotencia, y se acerca a ello a través de atisbar el dolor, la melancolía.
  
DORIS MELO
La insurrección de las voces en la escritura poética de Norberto James Rawlings
Haciéndose uno con la casa, un personaje en conjunto con los muebles a los que le otorga poder. Cuestiona la casa llena de rendijas en abandono, le añade los adjetivos de vieja y polvorienta, deshabitada, donde casi no se escuchan sonidos. El tiempo ha trocado el color a las fotos se han desvanecido con el pasar del tiempo. Personifica la casa, a las paredes le llama piel. Las paredes parecen enfermas en tonos de amarillos, la casa deshecha no percibe ni los cambios de las estaciones; pasan inadvertidos por ellas hasta las chiringas empinadas, remembranzas de viejos recuerdos de la niñez, trastocados por el tiempo.
¿Qué tedios recubren las rendijas /de tu casa,
vieja y polvorienta,
de casi muertos sonidos,
en cuyo mañanero sopor pacen exangües jarrones de aguerridos
/dragones. muebles antiguos,
retratos cuyo color original /permuta el tiempo,
por esta amarillez que habita tu piel y que de ti dice malestares que
/callas?
¿Qué tiempo pierdes, que de las
/estaciones no percibes su inadvertido
/discurrir por las islas, el grácil vuelo de las aves,
las empinadas chichiguas?
“La mano derecha”
En el poema “La mano derecha”, el poeta James mantiene un diálogo íntimo con esa casa que es parte de sus recuerdos. Esa su mano derecha, que ya no es la misma de antes, la transparencia, por eso el agua de los espejos, la ingenuidad, la que soñaba con utopías y la que rasgó cortinas, ya no es la misma:
La mano que a tu puerta toca, No es aquella del agua de los
/espejos En que te mirabas,
Que saltó muros
Rasgó cortinas,
Para desfallecer luego entre tus
/pechos.

Y al final del poema, nos habla en
un tono que sabe a derrota e impotencia. Expresa con dolor, que esa mano derecha rasga,procrea,seduceyanhela.Todos,estos, verbos que indican movimiento y acción, para luego finalizar con este caer vencido a la altura de tus azules. Obviamente, podemos ver que el poeta se refiere a la isla dominicana. Para finalizar, le artribuye a la mano fidelidad, porque toma apuntes y le permite expresar con celos las palabras que le oprimen. Pero, a la vez, vislumbro que es un tributo a la patria.
Indudablemente, James es un poeta insurrecto, revolucionario, que desde el exilio, aún voluntario, reivindica la patria en la cual nació:
Esta que cae vencida,
A la altura de tus azules.
Es mi siempre fiel bien amada
/mano derecha
Que toma apuntes y dispone con
/celo,
Las palabras en que me ahogo.
Notas
1 Véase: Aquiles Julián: Antología de Norberto James. p. 5.
2 Véase: Norberto James. “Señal de identidad y otros poemas” . República Do- minicana: Edición digital. https://asgoped. files.wordpress.com/2010/10/antologia-de- norberto-james-rawlings.pdf
3 Véase: Andrés L. Mateo. En: “Nor- berto James: Mi signo es el desarraigo”. Artículo publicado por Vianca Martínez / especial para Acento.com.do. 2017 (https:// acento.com.do/2017/especiales/8502665- norberto-james-signo-desarraigo/
4 Véase: Néstor Rodríguez en su artículo: “Norberto James Rawlings, el hombre de la multitud”.
5 Véase: Néstor Rodríguez en su artículo: “Norberto James Rawlings, el hombre de la multitud”.
6 Véase: Néstor Rodríguez. Artículo antes citado.


Una lectura sobre el ensayo Eros y Tánatos de herbert Marcuse.


Sobre el ensayo Eros y Tanatos de Herbert Marcuse
Por Doris Melo.

Herbert Marcuse en su ensayo Eros y Tanatos,  conversa sobre la sexualidad, refiere a que ésta, en condiciones no represivas tiende hacia la auto sublimación, en relaciones duraderas  e incluso en las relaciones de trabajo las cuales sirven para intensificar y aumentar la gratificación instintiva.
A su vez, señala que Eros lucha para hacerse eterno a sí mismo en un orden permanente y que ésta tendencia, encuentra su primera resistencia en el campo de la necesidad.
Señala que todos los progresos técnicos, la conquista de la naturaleza, la racionalización del hombre y la sociedad no han eliminado y no pueden eliminar la necesidad del trabajo enajenado.  La necesidad de trabajar mecánicamente, sin placer, de una manera que no representa la autorrealización individual.
Por otro lado Marcuse apunta, que el campo cada vez más amplio de la libertad llega a ser en verdad un campo de juego. Del libre juego de facultades individuales, en donde se generan nuevas formas de realización . Nuevas formas de descubrir el mundo, que a su vez le dará nuevas formas al campo de la necesidad de la lucha por la existencia.
Con la transformación de la sexualidad , señala, que en Eros los instintos de la vida despliegan su orden sensual , mientras la razón llega a ser sensual, hasta el grado en que abarca y organiza la necesidad en términos que protegen y enriquecen los instintos de la vida. Las raíces de la experiencia estética reaparecen no solo en una cultura artística sino en la misma lucha por la existencia. Estas asumen una nueva racionalidad. La represividad de la razón que caracteriza al mando del principio de actuación, no pertenece al campo de la necesidad per se.
*Bajo el principio de la actuación, la gratificación de los instintos sexuales depende en gran parte de la suspensión de la razón e incluso de la conciencia; en el breve olvido de la infelicidad privada y universal, en la interrupción de la razonable rutina de la vida, del deber y la dignidad y la manera de ser.
La felicidad es casi por definición irrazonable si es irreprimida e incontrolada. En contraste, más allá del principio de actuación, la gratificación de los instintos requiere un mayor esfuerzo consciente de la razón libre, conforme menor sea el producto de la racionalidad de la opresión sobre impuesta.
Por otro lado Marcuse señala ,que mientras más libremente se desarrollen los instintos más libremente se afirmará a si misma su naturaleza conservadora. De esta manera la lucha por la gratificación durará y tratará no solo de aumentar el orden de la relaciones libidinales sino perpetuar el orden en una escala más alta.
Para Marcuse, el principio del placer se extiende a la conciencia. Eros define la razón en sus propios términos. Es razonable lo que sostiene el orden de la gratificación. En el grado en que la lucha por la existencia llega ser cooperación para el libre desarrollo y realización de las necesidad individual la razón represiva deja el paso a una nueva racionalidad de la gratificación en la que convergen la razón y la felicidad. Ella crea su propia división del trabajo, sus propias prioridades, su propia jerarquía. La herencia histórica del principio de actuación es la administración, la de hombres, sino de cosas; la civilización madura depende para su funcionamiento de una multitud de arreglos coordinados. Estos arreglos a su vez deben tener una autoridad reconocida y reconocible.
Las relaciones jerárquicas no carecen de libertad per se; la civilización descansa. en gran parte en la autoridad racional, basada en el conocimiento y la necesidad que aspira a la protección y la preservación de la vida
.Marcuse señala que Cuando la vida privada no tenga que ser mantenida aparte de y contra la existencia pública, la libertad del individuo y la del conjunto podrán quizás ser reconciliadas por una voluntad general que tomara forma en las instrucciones dirigidas hacia las necesidades individuales. El placer contiene un elemento de auto determinación que es la señal del triunfo humano sobre la necesidad ciega; Lo que distingue al placer de la satisfacción ciega de la necesidad es la negativa de los instintos a agotarse a si mismos en la satisfacción inmediata, su capacidad para construir y utilizar barreras que intensifiquen la realización.
Los hombres existirán realmente como individuos cada uno dándole forma a su propia vida; se enfrentaran uno a otro con necesidades realmente diferentes y con modos de satisfacción diferente en verdad con sus propios rechazos y sus propias elecciones. La ascensión del principio del placer engendrara, así antagonismos, dolores y frustra conflictos individuales en su lucha por la gratificación. *Pero estos conflictos tendrán en si mismo valor libidinal, estarán recubiertos por la racionalidad de la gratificación. Así esta razón sensual contiene sus propias leyes morales.
Marcuse señala que inclusive si una moral libidinal maternal es posible en la estructura instintiva e inclusive si una razón sensual puede hacer al Eros libremente susceptible de ordenar, un obstáculo más interior parece desafiar cualquier proyecto de un desarrollo no represivo; el lazo que une a Eros con el instinto de la muerte. El hecho brutal de la muerte niega de una vez por todas la posible realidad del una existencia no represiva. Porque la muerte es la negación final del tiempo y el placer quiere la eternidad. La liberación del tiempo es el ideal del placer.
Sin la liberación del contenido reprimido de la memoria, sin la liberación de su poder libertador, la sublimación no represiva es inimaginable.

Desde el mito de Orfeo hasta la novela de Proust, la felicidad y la libertad han sido ligadas con la idea de la recuperación del tiempo. La memoria recupera el tiempo perdido que era el tiempo de la gratificación y la realización. Eros penetrando en la conciencia, es puesto en movimiento por el recuerdo, con el protesta contra el orden de la renunciación; usa la memoria en su esfuerzo por derrotar al tiempo en un mundo dominado por el tiempo. Pero en tanto que el tiempo retiene su poder sobre Eros, la felicidad es una cosa esencialmente del pasado.

La terrible frase que asienta que solo los paraísos perdidos son los verdaderos juzga y al mismo tiempo rescata el tiempo perdido. Los paraísos perdidos son los verdaderos *porque en retrospectiva el goce pasado parece más hermoso y realmente lo era porque el recuerdo sólo nos da el goce sin la angustia por su brevedad y así nos da una duración imposible de otra manera.
*El tiempo pierde su poder cuando el recuerdo redime el pasado. Sin embargo esta derrota del tiempo artístico y espuria; el recuerdo no es real hasta que no se traslada a la acción histórica. Entonces la lucha contra el tiempo llega ser un movimiento decisivo en la lucha contra la dominación.
En esta alianza entre el tiempo y el orden de la represión, la que motiva los esfuerzos por detener el fluir del tiempo, y es esta alianza la que hace al tiempo el enemigo mortal de Eros. Con toda seguridad, el paso del tiempo, la brevedad, de los momentos de realización, la angustia sobre su fin, pueden en si mismos llegar a ser erógenos obstáculos que mantienen la marea de la libido.
Eros ofende el tabú decisivo que sanciona el placer libidinal sólo como una condición temporal y controlada, no como una fuente permanente de la existencia humana.
El instinto de la muerte, opera bajo el principio de Nirvana: tiende hacia ese estado de constante gratificación donde no se siente ninguna tensión un estado sin necesidad. Esta tendencia del instinto implica que sus manifestaciones destructivas serían minimizadas conforme se acercaran a este estado.
*Si el objetivo básico del instinto no es la terminación de la vida sino el dolor la ausencia de la tensión paradójicamente, el conflicto entre la vida y la muerte se reduce más conforme la vida se aproxima más al estado de gratificación. El principio del placer y el de Nirvana convergen entonces . Al mismo tiempo Eros, libre de la represión sobrante sería fortalecido y el Eros fortalecido absorbería, como quien dice, el objetivo del instinto de la muerte.

El valor instintivo de la muerte sería transformado; si los instintos persiguen y alcanzan su realización en un orden no *represivo.

*En esta lucha, la razón y el instinto pueden unirse. Bajo las condiciones de una existencia humana auténtica, la diferencia entre sucumbir a la enfermedad a la edad de diez, treinta, cincuenta o sesenta años y morir una muerte natural después de una vida plena con toda la energía instintiva.
En una civilización represiva la muerte misma llega a ser un instrumento de la represión. Ya sea que la muerte sea temida como una amenaza constante o glorificada como un sacrificio supremo o aceptada como destino. La educación para el consentimiento de la muerte introduce un elemento de rendición dentro de la vida desde el principio de rendición y sumisión.
*Los poderes que existen tienen una profunda afinidad con la muerte; la muerte es un signo de la falta de libertad, de la derrota.

Hoy la teología y la filosofía compiten entre si en la celebración de la muerte como una categoría existencial.; pervirtiendo un hecho biológico al convertirlo en una esencia ontológica le dan bendición trascendental a la culpa de la humanidad que ayudan a perpetuar traicionan la esperanza de la utopía.
*La muerte puede llegar a ser un signo de libertad. La necesidad de la muerte no niega la posibilidad de una liberación final. Como las otras necesidades puede ser hecha racional sin dolor. El hombre puede morir sin angustia si sabe que lo que ama, está protegido de la miseria y el olvido. Después de una vida plena puede aceptar para si mismo el morir en un momento elegido por el mismo. Pero ni siquiera el advenimiento ultimo de la libertad puede redimir a aquellos que mueren en el dolor. Es el recuerdo de ello y la culpa acumulada de la humanidad contra sus víctimas, el que oscurece la posibilidad de una civilización sin represión.

Poetas dominicanas contemporáneas :Carmen Sánchez., Aida Cartagena, Denisse Español

Carmen Sanchez una poeta dominicana contemporánea. Nació en Hato Mayor del Rey. República Dominicana en el año 1960. Poeta educadora . Concl...