Sobre Efraím Castillo y La manía de narrar. Lectura Heteroglósica y dialógica desde la teoría crítica de Mijail Bajtín.
Por Doris Melo.
Efraím Castillo es un escritor dominicano “De muy altos vuelos ”, como lo considero y no ha sido una sino varias veces, que lo he podido comprobar en mis lecturas sobre sus escritos. No obstante, él mismo en una conversación que tuvimos y desde la modestia que lo distingue, me dijo que no había estudiado literatura, que era autodidacta a lo que yo me reí pensando que era un chiste… pero no fue un chiste, me confesó que había leído mucho desde los cuatro años, según recuerda… Yo pienso que él leyó , como Sor Juana, la biblioteca de su abuelo. Lo digo, porque he leído varios de sus escritos, de sus ensayos, cuentos, sobre teatro, crítica social y política , sus novelas, su poesía y sobre todo encuentro sus ensayos excelentes, porque aportan a la comunidad y desde los cuales, el lector puede entrar en ese espacio del texto y reflexionar sobre el mismo desde diferentes perspectivas de interpretación. Los hechos están ahí, en ese texto debajo de cualquier discurso denunciante que el autor ponga en boca del personaje.
Es un escritor polifacético y lo digo porque es uno de naturaleza hibrida, capaz de sacarle punta a las palabras. Escribe diferentes géneros como lo he referido en el párrafo anterior: Cuento, novela , ensayo, teatro, crítica de cine, crítica de obras de arte y otras cosas que quizás no conozca que él haya escrito , pero de lo que sí pienso, no sería sorpresa alguna, viniendo de su pluma, con un bagaje como el que tiene, pues es un hombre de letras.
Es una pena que no haya encontrado textos críticos sobre su obra desde una perspectiva crítica académica. Parte de la crítica que se le ha escrito sobre la obra de Castillo, por lo general trata, sobre los aspectos sociales y la denuncia política de la tiranía entre otras. No obstante, cabe decir que mirando su trabajo por encima afirmaría que estos pueden analizarse desde varías perspectivas críticas interesantes o visiones de mundo, tal y como se estudian otros narradores conocidos en el ámbito de la narrativa caribeña e hispanoamericana. De manera que su obra pueda ser respetada por la forma en que la construye, lo que denuncia y los mundos que habitan detrás de la mirada de muchos de sus personajes. Por otro lado, el discurso existencial que discurre en su narrativa con insistencia haciéndose presente en la mayoría de sus escritos. Tanto narrativa, teatro y en su poesía.
Este trabajo no pretende ser uno de la seriedad que merece el autor, pero me gustaría compartir lo que voy escribiendo de lo que he descubierto en su prosa o narrativa.
Para mí, no deja de ser de una importancia mayúscula, el conocer e indagar sobre la forma en que el autor maneja la estética en su escritura narrativa sea esta novela o cuento. De todo lo que ha ido almacenando en su conciencia, de sus experiencias como lector que aparenta ser.
Pienso, ante todo, que el autor ha leído a Dostoievski, a Kafka, a Kierkegaard, Lukács, Hegger, Camus, Sartre, Marcuse, entre otros existencialistas, También podría afirmar que ha leído sobre el barroco hispanoamericano
Puesto que algunos cuentos y capítulos de su novelas de los que ha compartido recientemente por Facebook reflejan en su construcción y en el entramado de sus textos ciertas características del lenguaje barroco. Pero no del Barroco que nació del siglo XVIII sino del Barroco que se vive y se escribe en el Caribe, “sui generis”. En especial, hablo de un lenguaje transgresor como el de Severo Sarduy, Reinaldo Arenas, Lezama Lima y Cabrera Infante… donde las palabras entrampan al receptor o lector y tiene éste que estar muy atento, para no perderse en ese laberinto de ideas que el hablante proyecta. Para ello Castillo se vale de lo dialógico, lenguaje con el que envuelve al lector en esa encrucijada sin salida.
La obra de Castillo que estudio para este trabajo es uno de narrativa corta. Algunos cuentos de los que más me han llegado como investigadora, en cuanto a identificar algunos aspectos de la teoría de Mijail Bajtín en sus libros; Dialogic imagination, Problemas en la poética de Dostoievski; La estética de la creación verbal , Teoría y estética de la novela y El carnaval en la Edad Media y el Renacimiento. En el contexto de François Rabelais.
Castillo, propone en estas historias o relatos, largos en su mayoría , una agenda intelectual, metafísica, moral y existencialista y plantea varias cuestiones en cuanto a su propia búsqueda de un mundo mejor, que sirva muchas veces de reflexión al lector. Por lo general escribe para un lector inteligente y culto, capaz de reconocer en el entramado del texto lo que él, Castillo pretende dejar saber o denunciar. No solo un mundo que cuestione el discurso político sino también , trata de enmendar con sus reflexiones, los hechos que en general afectan la sociedad. Como bien se puede apreciar en algunos de los cuentos de su recién libro La manía de narrar. Cuentos de diferentes épocas que mantienen todavía su vigencia, en relación a lo que acontece dentro de las sociedades en que vivimos. Como el incesto y la violación de la mujer, el maltrato, y en otros, las voces reclaman justicia divina por el abuso y el pecado. Un sacerdote que se encuentra viviendo en el mismo infierno donde las ratas devoran al personaje y el mismo lo va describiendo con macabra actitud. Cuentos como el titulado Paraíso relativo. Hago un aparte para expresar lo que sentí al leer casi al final del cuento, cuando el hombre que ya ha sido devorado por las ratas, al otro día amanece y se puede mirar completo y se siente contento porque piensa que ha sido un sueño. Pero a su vez de inmediato observa que miles de ratas vuelven a devorarlo comiéndole los pies hasta los huesos… Esto me lleva a recordar el referente mitológico de Prometeo encadenado … donde cada día el águila le come el hígado a Prometeo y él, tiene que subir una piedra inmensa al Cáucaso. Así como Prometeo se le restablece el hígado para ser devorado de nuevo por el águila como castigo por haber desobedecido a Zeus, de igual forma el cuerpo del hombre vuelve a cubrirse de piel y es, a su vez devorado por las miles de ratas…
Para tratar de desentrañar la complejidad de este tejido discursivo en los textos de Castillo he decidido enfocarlo, desde una perspectiva bajtiniana. Ante todo, conviene recordar las ideas básicas de Bajtín, crítico ruso que escribe sobre la novela, quien la define, como :un género abierto e incompleto en contacto continuo con el presente, Este contacto es dialógico, es decir, uno que refleja una pluralidad de discursos que se presentan en la realidad contemporánea.
Este trabajo trata de analizar entre otras cosas, el discurso del narrador, como ejemplo destacado de la heteroglosia social y de la forma en que los distintos extractos lingüísticos que, con sus fuerzas centrípetas operan en el discurso del narrador y en los diversos mundos narrativos representado en algunos cuentos de Castillo.
La manía de narrar de Efraím Castillo es una obra esencialmente heteroglósica, donde se enfrentan y contractan multitud de discursos. Desde el discurso en el cuento “Los ecos tardíos”. Se trata de una mujer maltratada y vituperada por su marido, a quien defiende en la hora de su muerte La que su marido ha sometido a las más crueles torturas y que la han postrado como un vegetal en una silla de rueda. Por otro lado, es su marido quien ha violado las hijas en su propia casa y que una de ellas se ahorca por la impotencia ante la situación que no puede cambiar por falta de atisbos existenciales. Luego que el marido tira al piso a su esposa, ella cae de la silla de rueda y la patea brutalmente. Procede a tomarse una botella de licor y es la otra hija quien había envenenado la botella de licor, es quien lo conduce a la muerte más horrorosa. Cuando él se da cuenta ya es tarde y pide que lo salve, pero la hija lo contempla fríamente y con desprecio.
Paradójicamente, la mujer que yace adolorida en el piso le pide a su hija que por favor no lo deje morir. Sin embargo, la hija le dice que él no ha tenido compasión con ellas y le recuerda como ha sufrido por él, por haber violado a su hermana y a ella misma.
SSon cuentos con un contenido de morbosidad y de impiedad que reflejan el deterioro social y moral en nuestras sociedades . La violencia, el ultraje, el maltrato, entre otros, lo que estamos viviendo hoy día. Cuentos como estos, y que me vienen a la mente con fines de comparación, solo los he leído del escritor colombiano Horacio Quiroga. El cual en el cuento titulado La gallina degollada, presenta la muerte de la niña en mano de sus cuatro hermanos, representado por el narrador en cámara lenta. En el caso de Castillo habría que leer todo el libro con mucho cuidado para buscar y escudriñar en el entre línea, más allá de lo visual. Definitivamente, hay que leer cada historia distanciada, porque detrás de todas esas voces que circulan en estos cuentos hay muchas respuestas que se encuentran en la historia social nuestra. Es una transgresión, tras otra en las que la mujer resulta ser la víctima degradada a las situaciones más hostiles que uno se pueda imaginar.
En La manía de narrar se encuentran diseminados una multitud de discursos, que aparecen en continuo comunicación dialógica a distinto niveles. No obstante, es, en la voz del narrador donde todos los extractos lingüísticos entran en contacto unos con otros para afirmarse y negarse mutuamente. De manera, que ninguno de ellos pueda tomar un papel protagónico.
Bajtín en su obra Dialogic imagination define el termino Heteroglosia, como la coexistencia de distintas variedades dentro de un único código lingüístico, que no es más que el habla del otro. Que sirve a su vez, para expresar las intensiones del autor, pero de una manera refractada. Bajtín identifica la narración directa del autor, en lugar del diálogo entre los personajes, como la ubicación principal de este conflicto.
Esto de lo que habla Bajtín, el concepto de heteroglosia , es manipulada por Castillo en su discurso en algunos de sus relatos, como es el caso de Josefa una niña abusada a los trece años y que más tarde quedó embarazada luego lo oculta hasta el parto y tira a su bebe en un zafacón donde este muere. Esta, ha sido una mujer, que ha vivido atormentada, sintiéndose culpable por haber asesinado a su niño después de una violación de su propio padre. En este discurso las voces de Josefa, del padre de Josefa, y del psicólogo se entremezclan logrando así una polifonía de voces. Es uno de los cuentos mejor logrados de este libro a mi parecer. Lo digo por la tensión como Castillo hace sentir a los personajes. Me parece un cuento que puede muy bien ser representado como obra dramática.
En este cuento logra también una relación entre el tiempo y el espacio, lo que Bajtín reconoce como el cronotopo. Con ello trata de hacer que Josefa confiese el nombre del que la violó, para liberarla de su culpa. Cuando el psicólogo retrotrae esos momentos de Josefa en su niñez y lo pone a convivir con el momento en el que ella ya es una mujer con canas.
De manera que el crítico ruso estructuralista Bajtín, sostiene, que el poder de la novela y el poder de un relato se originan en la coexistencia, en el conflicto de diferentes discursos: El discurso de los personajes, el discurso de los narradores, e incluso el discurso del autor.
Doris Melo Mendoza.
2014